Alcalde en México es decapitado tras asumir su cargo
La cabeza fue encontrada sobre un automóvil; investigan causas del crimen
El alcalde de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos, fue brutalmente asesinado y decapitado solo seis días después de asumir el cargo. La cabeza del político de 43 años fue localizada sobre un automóvil el domingo, mientras que su cuerpo fue hallado en el asiento del copiloto del mismo vehículo. Este asesinato ha conmocionado a la población y encendido las alarmas en torno a la violencia política que sacude la región.
Arcos, quien llegó al poder como candidato del PRI, desbancando al oficialista Morena, había centrado sus esfuerzos en enfrentar el crimen organizado y la violencia en su localidad. En una reciente entrevista, Arcos reveló que los asesinatos de dos de sus asesores, semanas antes, los interpretaba como una clara amenaza de los grupos delictivos, que dominan gran parte del estado de Guerrero.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su consternación ante el asesinato y aseguró que se investigará a fondo para esclarecer los hechos. Asimismo, adelantó que el martes presentará un plan de seguridad enfocado en combatir la violencia en estados como Guerrero, donde los cárteles tienen una influencia significativa.
El alcalde Arcos había propuesto un ambicioso plan de seguridad llamado “Blindaje Chilpancingo”, que incluía la contratación de más policías, la adquisición de nuevas patrullas y el fortalecimiento de los sistemas de denuncia. Además, había prometido mejorar el alumbrado público en el 90% del municipio, buscando dar mayor seguridad a los habitantes.
Chilpancingo, una ciudad de 200.000 habitantes, ha sido escenario de intensos conflictos entre cárteles, con grupos como Los Ardillos, Los Rojos y Guerreros Unidos disputándose el control territorial. Esta violencia es parte de un contexto más amplio de inseguridad en el estado de Guerrero, conocido por ser un bastión histórico de guerrillas y, más recientemente, por la presencia de organizaciones criminales ligadas al narcotráfico.
El asesinato de Arcos se suma a una preocupante lista de políticos locales asesinados en México. Durante el sexenio anterior, al menos 20 alcaldes fueron ultimados en circunstancias violentas, reflejando el peligro que corren los servidores públicos en zonas dominadas por el crimen organizado.
Este nuevo episodio de violencia resalta la necesidad urgente de implementar estrategias efectivas de seguridad en el país, mientras la población demanda justicia y un fin a la impunidad que ha marcado estos crímenes.