Salud de niños peruanos en peligro por incendios forestales
Unicef alerta sobre graves riesgos para la infancia en Perú
Más de 163,000 niños en Perú se enfrentan a riesgos ambientales derivados de los incendios forestales que afectan varias regiones del país, como Amazonas, San Martín y Ucayali. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha emitido un llamado urgente a las autoridades peruanas para que tomen medidas inmediatas que protejan a los menores de las consecuencias del fuego.
Aunque los menores no están en contacto directo con las llamas, la exposición constante al humo tóxico ha comprometido gravemente su salud. Según Unicef, la calidad del aire en estas zonas es sumamente perjudicial, incrementando la posibilidad de enfermedades respiratorias, oculares y cutáneas entre la población infantil. Javier Álvarez, representante de Unicef en Perú, advirtió que "el impacto del humo de los incendios forestales es diez veces más dañino para la salud infantil que otras fuentes de contaminación".
Uno de los problemas más graves que enfrenta la infancia afectada es la exposición prolongada al humo, que puede provocar asma, disfunciones cognitivas y complicaciones durante el embarazo, como bajo peso al nacer y parto prematuro. Además, Unicef subrayó que las viviendas y escuelas de estos niños también se ven comprometidas, lo que agrava la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.
El déficit hídrico, otro problema alarmante en estas regiones, afecta aproximadamente a 344,000 niños y adolescentes. Las sequías impiden el acceso a agua potable y dificultan el tránsito fluvial, el abastecimiento de suministros y el acceso a combustibles esenciales para la vida diaria. Asimismo, los incendios y la falta de agua han destruido más de 20,000 hectáreas de cultivos, lo que compromete la seguridad alimentaria de las familias afectadas.
Unicef también ha señalado la necesidad urgente de apoyo para limpiar y reconstruir las viviendas, escuelas y campos de cultivo dañados. Se requiere acceso a artículos de protección contra el humo tóxico y suministros de emergencia para asegurar la supervivencia de las familias. La situación es tan crítica que el Ministerio de Salud ha desplegado brigadas sanitarias, en colaboración con las Fuerzas Armadas, para brindar asistencia inmediata.
En total, 317 escuelas se encuentran en alto riesgo debido a los incendios y la sequía, lo que afecta el acceso a la educación de miles de niños. Esta crisis pone en peligro los esfuerzos del gobierno por combatir la anemia y la desnutrición crónica infantil, exacerbando los desafíos de salud pública ya existentes en las zonas rurales del país.
Frente a esta emergencia, Unicef ha pedido una respuesta integral que garantice no solo la atención inmediata de los niños y sus familias, sino también la implementación de programas a largo plazo para la recuperación y protección de los medios de vida en las comunidades afectadas.