Minería ilegal afecta gravemente a la reserva arqueológica de Nazca
Perú: la minería clandestina amenaza el legado prehispánico de la región
La reserva arqueológica de las líneas y geoglifos de Nazca es la más perjudicada por la minería ilegal, según advirtió el Ministerio de Cultura (Mincul). A pesar de las normativas establecidas para preservar el patrimonio cultural, las actividades clandestinas continúan destruyendo la frágil herencia prehispánica de la zona.
El Mincul ha implementado diversas medidas sancionadoras para frenar los daños, aunque la identificación de los responsables resulta complicada debido a la naturaleza clandestina de las operaciones. A través del área de Defensa, el ministerio busca proteger los sitios arqueológicos afectados, señalando que es imposible "regularizar" acciones que ya hayan causado destrucción irreversible.
Además, el Reglamento de Intervenciones Arqueológicas desempeña un papel clave en la gestión de la actividad minera, planificando cómo deben llevarse a cabo estas actividades en áreas protegidas. La normativa pretende prevenir futuros daños al patrimonio cultural, pero la expansión de la minería ilegal continúa siendo un desafío para las autoridades.
El Ministerio de Cultura también ha emprendido capacitaciones dirigidas a entidades clave, como el Ministerio de Energía y Minas (Minem) y los gobiernos regionales, con el fin de orientar sobre la correcta explotación de recursos en zonas protegidas. Sin embargo, la vasta extensión de la reserva y la falta de supervisión efectiva favorecen la proliferación de actividades ilegales.
El Perú cuenta con más de 27,500 sitios arqueológicos registrados, según el Sistema de Información Geográfica de Arqueología (SIGDA). Aun así, existen áreas que no han sido exploradas por completo, lo que aumenta la posibilidad de que nuevos vestigios prehispánicos sean descubiertos y potencialmente dañados por la minería ilegal.
La costa peruana, desde Tumbes hasta Tacna, y las zonas andinas, como Cusco y Ayacucho, son ricas en patrimonio arqueológico. La preservación de estos bienes culturales es esencial para proteger el legado histórico del país, frente a la constante amenaza de la minería ilegal.