
Científicos descubren cómo el VIH se activa y se propaga eficazmente
El hallazgo revela un mecanismo clave en la maduración del virus, lo que podría permitir el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para frenar su propagación.

Desde su identificación en la década de 1980, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ha sido objeto de exhaustivos estudios. Ahora, un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Bioquímica, en colaboración con las universidades de Heidelberg y Yale, ha descubierto un mecanismo fundamental en la maduración del VIH-1. El estudio, publicado en la revista Nature, podría abrir nuevas vías para el desarrollo de tratamientos dirigidos a impedir la propagación del virus.
El VIH no es infeccioso al abandonar la célula que lo produce. Para continuar con la infección, debe someterse a un proceso de maduración estructural. En esta transformación, la proteína Gag, que funciona como andamiaje del virus, es fragmentada por una enzima viral llamada proteasa. Este proceso genera componentes esenciales como la cápside, que protege el material genético del virus, y la matriz, que facilita la fusión con nuevas células. Sin embargo, hasta ahora, el papel de la matriz en la infección no se comprendía completamente.
Los investigadores han identificado un pequeño fragmento proteico, denominado "espaciador peptídico 2" (SP2), como el responsable de transformar la matriz de su forma inmadura a su estado activo. Mediante criomicroscopía electrónica, lograron observar que el SP2 interactúa con la matriz, estabilizándola en su estructura madura. Sin este proceso, el VIH no podría fusionarse con nuevas células de manera eficiente.
Este descubrimiento abre una nueva posibilidad terapéutica. Hasta el momento, los tratamientos antirretrovirales se han centrado en inhibir la replicación viral mediante la bloqueación de enzimas como la proteasa, la transcriptasa inversa y la integrasa. Sin embargo, si se lograra desarrollar un compuesto que impida la interacción entre el SP2 y la matriz, el virus podría quedar atrapado en su estado inmaduro, reduciendo su capacidad de infección.
El hallazgo también plantea nuevas interrogantes sobre la biología del VIH y otros virus similares. ¿Podría haber otros fragmentos proteicos con funciones desconocidas? ¿Es posible desarrollar terapias que bloqueen específicamente este mecanismo sin afectar otras funciones celulares?
Si bien los tratamientos actuales han permitido que millones de personas vivan con el VIH bajo control, la investigación continúa en busca de formas más efectivas para combatir el virus. Este nuevo descubrimiento representa un avance significativo en la comprensión de su ciclo de vida y podría marcar el inicio de una nueva estrategia para frenar su propagación.
