Casos de ACV en el mundo aumentan peligrosamente desde 1990 a 2021
El ACV afecta a millones debido a factores ambientales y conductuales
Los casos de accidentes cerebrovasculares (ACV) han registrado un aumento alarmante a nivel global, según un estudio publicado por la revista The Lancet Neurology. El informe, basado en el análisis del Estudio de la Carga Global de Enfermedades (GBD), muestra que entre 1990 y 2021 el número de personas afectadas por ACV creció un 70%, lo que ha convertido a esta afección en un grave problema de salud pública.
Durante el periodo estudiado, el número de personas que sufrieron un ACV alcanzó los 11,9 millones en 2021, mientras que las muertes relacionadas con la enfermedad aumentaron a 7,3 millones, ubicando al ACV como la tercera causa principal de muerte en todo el mundo. Este incremento se atribuye principalmente al envejecimiento de la población, la mayor exposición a factores de riesgo como la obesidad y la contaminación, y el aumento de la población global.
A pesar de los avances médicos que han permitido reducir las tasas de incidencia y mortalidad en algunos países, el crecimiento del ACV se ha visto agravado por factores ambientales y conductuales. La contaminación del aire, la mala alimentación, el tabaquismo y la falta de actividad física son algunos de los factores clave que han impulsado este aumento. En particular, la obesidad ha sido identificada como uno de los mayores contribuyentes, con un incremento del 88% en su relación con los ACV.
Otro aspecto destacado en el estudio es que las regiones más afectadas por esta problemática son los países de ingresos bajos y medios. En estas naciones, la falta de acceso a servicios médicos adecuados y la exposición a factores de riesgo no controlados, como la presión arterial alta, han incrementado considerablemente la incidencia de accidentes cerebrovasculares. En 2021, más de tres cuartas partes de los afectados vivían en países de ingresos bajos y medianos.
El estudio también revela que, aunque se ha logrado reducir el impacto de los ACV gracias a medidas preventivas y mejoras en el tratamiento, desde 2015 las tasas de incidencia se han estancado. Esta tendencia preocupa especialmente en el Sudeste Asiático, Oceanía y el Este de Asia, donde las tasas de incidencia y mortalidad han empeorado, sobre todo entre las personas menores de 70 años.
Los autores del estudio, liderados por el profesor Valery L. Feigin, advierten que las estrategias actuales de prevención no han sido lo suficientemente efectivas para frenar el aumento de los ACV. Por ello, insisten en la necesidad de implementar medidas más eficaces a nivel global, especialmente en los países más vulnerables. Recomendaciones como mejorar el control de la hipertensión, fomentar hábitos alimenticios saludables y reducir la contaminación del aire son esenciales para evitar una mayor escalada de esta crisis sanitaria.
En resumen, el ACV sigue siendo una de las principales amenazas para la salud global, y su impacto continuará en aumento si no se adoptan con urgencia estrategias preventivas que aborden tanto los factores de riesgo individuales como los ambientales.