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Conflicto entre India y Pakistán alcanza nuevo punto crítico de tensión

El conflicto entre India y Pakistán se agrava tras un ataque armado en Cachemira que dejó 26 muertos, y que Nueva Delhi atribuye a grupos apoyados por Islamabad.

Conflicto entre India y Pakistán alcanza nuevo punto crítico de tensión
Conflicto entre India y Pakistán alcanza nuevo punto crítico de tensión

Las tensiones entre India y Pakistán, dos potencias rivales desde su independencia del Imperio británico, han alcanzado niveles alarmantes tras el ataque ocurrido el 22 de abril en Pahalgam, una turística zona en la Cachemira india, que dejó un saldo de 26 personas muertas. Nueva Delhi responsabiliza a grupos insurgentes con vínculos en Pakistán, lo que ha llevado a una serie de medidas diplomáticas y represalias. Por su parte, Islamabad rechaza cualquier implicación en el hecho y asegura tener información de inteligencia sobre una posible ofensiva militar india en las próximas horas.

 

 

En respuesta al ataque, el Gobierno del primer ministro Narendra Modi tomó acciones drásticas: expulsó diplomáticos paquistaníes, suspendió visados, cerró la frontera y revocó unilateralmente el Tratado de Aguas del Indo, que había sido respetado incluso en conflictos anteriores. La reacción de Islamabad no se hizo esperar, con medidas similares y advertencias contundentes: cualquier incursión militar sería respondida con determinación. Ambas naciones han movilizado recursos y alertado a sus fuerzas, lo que eleva la preocupación en una región históricamente volátil.

El epicentro del conflicto sigue siendo Cachemira, una región del Himalaya occidental que ambos países reclaman como propia. Desde 1989, la zona ha estado marcada por una insurgencia armada, que según India es apoyada por Pakistán. Esta narrativa ha sido rechazada por Islamabad, que insiste en que el estatus de Cachemira debe definirse mediante la autodeterminación del pueblo cachemir. A esto se suma la revocación del estatus especial de la región por parte del gobierno indio en 2019, lo que generó un fuerte rechazo en Pakistán y amplió la brecha diplomática.

Ante la posibilidad de una escalada militar con consecuencias impredecibles, distintos actores internacionales han intervenido. Irán y Egipto se ofrecieron como mediadores, instando a la contención. Asimismo, el secretario general de la ONU, António Guterres, mantuvo conversaciones con líderes de ambos países. Mientras India exige justicia por las víctimas del ataque, Pakistán solicita a la comunidad internacional que promueva una investigación imparcial. Por ahora, el conflicto permanece en una fase delicada, con la región y el mundo en vilo ante cualquier movimiento en falso.