
Marketing olfativo: clave para destacar en el mercado
El marketing olfativo se consolida como una poderosa estrategia sensorial para influir en la memoria, la percepción de calidad y la fidelización de los clientes.

Una fragancia puede lograr lo que una imagen o un eslogan no consiguen por sí solos: despertar emociones y grabar grabada en la memoria. Según el Instituto El Sentido del Olfato, el 90% de las personas asocian un olor con un recuerdo, y el 50% vinculan ese olor con imágenes o situaciones. Este poder del olfato no ha pasado desapercibido para las marcas, especialmente aquellas orientadas al lujo, que han encontrado en el marketing olfativo una herramienta estratégica para destacar y conectar emocionalmente con sus clientes.
El marketing olfativo va más allá de perfumar un espacio. Busca construir una experiencia que estimule la permanencia del cliente en el lugar, incremente la percepción de calidad del producto y potencia las ventas. Expertos aseguran que un ambiente aromatizado con intención influye en el comportamiento del consumidor: Si se sienten cómodos, permanecerán más tiempo, lo cual aumenta la posibilidad de compra. Además, al asociar un aroma a una marca, se genera una ventaja frente a la competencia: la memoria olfativa puede jugar un papel determinante al momento de elegir entre productos similares.
Empresas de distintos sectores han implementado esta estrategia de forma creativa. La cadena Ritz-Carlton, por ejemplo, adapta fragancias a cada ubicación y permite a los huéspedes llevarse esa experiencia a casa. En el ámbito automotriz, Cadillac desarrolló “Nuance”, una esencia exclusiva que refuerza la sensación de lujo y modernidad en sus vehículos. En retail, Abercrombie & Fitch y Aesop han convertido los aromas en una parte esencial de la atmósfera de sus tiendas, influyendo en la percepción del cliente desde el primer momento.
Los aromas también sirven para comunicar valores de marca. Huda Beauty, por ejemplo, transformó el éxito olfativo de uno de sus productos de maquillaje en una fragancia completa que rápidamente se convirtió en un fenómeno comercial. Por otro lado, hoteles como el JW Marriott Madrid han creado propuestas sensoriales que combinan cultura, bienestar y aroma, dejando una impresión duradera en sus visitantes. Lo olfativo no solo acompaña, sino que traduce el alma de la marca en sensaciones concretas.
Hoy en día, el marketing olfativo no es solo una tendencia, sino una herramienta consolidada que ayuda a las marcas a diferenciarse, generar conexión emocional y crear experiencias memorables. En un entorno donde la competencia es cada vez mayor, el aroma se posiciona como un lenguaje sensorial capaz de hablar por la marca, incluso antes de que el cliente diga una palabra.
