La Generación Z impulsa el cambio en el consumo global
Nativos digitales, conscientes y exigentes: cómo moldean el mercado del futuro
La Generación Z, que ya representa el 25% de la población mundial según el Colegio de Economistas de Madrid, está redefiniendo el consumo global. Este grupo, compuesto por personas nacidas entre mediados de los años 90 y principios de los 2000, ha crecido en un entorno completamente digital, lo que les otorga una conexión única con la tecnología y una visión distinta del mundo en comparación con generaciones anteriores. Se espera que para 2030, la Generación Z domine el mercado global, impulsando a las marcas a adaptarse a sus hábitos y valores.
A diferencia de generaciones anteriores, que experimentaron la transición entre lo analógico y lo digital, la Generación Z es completamente nativa digital. Se han socializado y educado a través de Internet y las nuevas tecnologías, lo que ha moldeado su manera de interactuar con las marcas y sus decisiones de compra. Según un estudio de Criteo, el 75% de los Z prefiere comprar en línea, aunque también valoran la experiencia física en las tiendas, lo que hace de la omnicanalidad un aspecto clave para captar su atención.
Otro aspecto destacado es la ética en sus decisiones de compra. La Generación Z es la más comprometida con los problemas sociales y ambientales, prefiriendo marcas que se alineen con sus valores. El 36% de esta generación disfruta comprando productos que reflejan sus creencias sociales y políticas, lo que representa un desafío para las empresas que deben demostrar un compromiso genuino con causas que importan a estos consumidores.
Además, la Generación Z no solo consume contenido, sino que lo crea y lo distribuye. A través de plataformas como Instagram y TikTok, se han convertido en prosumidores, generando comunidades y tendencias que influyen en otros usuarios. Estos influencers son vistos por el 11% de los Z como fuentes confiables de recomendaciones de productos, lo que resalta la importancia de una presencia sólida en redes sociales.
En términos de inmediataz, los Z exigen rapidez en la satisfacción de sus necesidades. Para las marcas, esto implica mejorar los tiempos de entrega y ofrecer una experiencia de compra fluida y sin fricciones, ya sea a través de sitios web o aplicaciones móviles.
Finalmente, en cuanto a sus prioridades de inversión, la tecnología y el bienestar personal ocupan un lugar destacado. La Generación Z invierte en dispositivos electrónicos, videojuegos y productos relacionados con la salud mental y el bienestar físico, reflejando una preocupación por su bienestar personal que también esperan ver en las marcas que eligen.
Este panorama obliga a las empresas a adaptarse a las expectativas de una generación más consciente y exigente, que valora tanto la innovación tecnológica como el compromiso social. Las marcas que deseen seguir siendo relevantes en el futuro tendrán que ajustar sus estrategias para alinearse con los hábitos de consumo de la Generación Z, cuyo impacto en el mercado global ya es innegable.