¿Qué tanto conocen los colombianos sobre el proceso de gestación subrogada?
El proceso de Gestación Subrogada es considerado como una de las mejores alternativas para personas con problemas de fertilidad relacionados con la imposibilidad de gestar un embarazo y que sueñan con conformar una familia.
Recientemente, el proceso de la Gestación Subrogada se ha vuelto tendencia en el país, por cuenta de los proyectos de ley presentados al Congreso de la República que buscan regular este procedimiento. Sin embargo, es un tema que vale la pena desglosar por la importancia del mismo a nivel social y legal.
¿Qué es la gestación subrogada?
Es un tratamiento en donde una mujer voluntariamente ofrece su capacidad de gestar y concebir un hijo que es fecundado por un óvulo y un esperma, ya sean de los padres con intención o, por el contrario, gametos donados a familias que normalmente por condiciones fisiológicas de infertilidad o biológicas, no pueden hacerlo.
¿Cómo está Colombia en el campo de la gestación subrogada?
En el país, esta práctica se ha venido realizando hace poco más de cinco años, logrando importantes avances desde la perspectiva médica. Actualmente, los ciudadanos cuentan con la posibilidad de llevar a cabo estos procedimientos desde la base técnica médica. “Los adelantos científicos en el campo de la fertilidad y reproducción asistida, son el resultado de avances biotecnológicos en el mundo de los últimos 30 años, y Colombia es reconocida por la calidad de sus médicos expertos, haciéndolo globalmente atractivo y con alto prestigio en estos procedimientos, asimismo, respetando la integridad y la dignidad de los pacientes involucrados.”, señala Efraín Méndez, médico especialista en Bioética.
¿Qué requisitos deben cumplir las mujeres que quieren ser portadoras gestantes?
Entre los principales requisitos para que una mujer pueda hacer parte del proceso, se encuentran el de tener un hijo nacido vivo, que no tengan más de tres partos o dos cesáreas, con una edad promedio de 20 a 37 años, que no hayan tenido abortos por causas desconocidas, como también, no padecer enfermedades crónicas o infecciones contagiosas como el VIH o hepatitis.
Bajo este contexto, actualmente existen organizaciones que contribuyen al bienestar de estas mujeres subrogadas, siendo el caso de fundaciones como Ambar, que apoyan todo el proceso con un acompañamiento permanente, tanto a ellas como a sus familias. “Desde nuestra organización, contamos con una serie de beneficios, con el respaldo de reconocidas instituciones académicas del país, así como otras compañías que reconocen la valentía de estas mujeres al decidir ser gestadoras”, afirma María Isabel Restrepo, Directora de la Fundación Ambar.
¿Qué parámetros deben cumplir los denominados “padres con intención”?
Las personas que desean tener hijos, conocidas como “padres con intención” o “parte comitente” deben cumplir con requerimientos como ser solteros, casados o en unión permanente de conformidad con la ley, y que estén certificados médicamente sobre la imposibilidad de concebir, o de llevar a término un embarazo. Deben tener un estado de salud adecuado que les permita criar su hijo hasta su mayoría de edad o más. Adicionalmente, deben pasar una evaluación psicológica y realizarse unos exámenes médicos que permitan descartar enfermedades de transmisión sexual y alteraciones cromosómicas y finalmente, necesitan aportar una tercera persona sana que pudiese hacerse cargo del bebe en caso de que estos mueran.
¿Qué dicen los Proyectos de Ley sobre este procedimiento?
De acuerdo con los proyectos de ley, presentados en el mes de febrero al Congreso de la República, han surgido inquietudes por parte de la comunidad de portadoras gestantes y la comunidad científica. Por un lado, es importante que se legisle la subrogación para garantizar los derechos de las portadoras gestantes, los niños y los padres de intención, ya que Colombia se ha vuelto una región estratégica para que parejas de otros países realicen estos tratamientos. Este proyecto ha señalado que esta alternativa de subrogación uterina no será permitida para personas extranjeras, obstaculizando el acceso a este tipo de servicios en el país, lo que resulta en un acto discriminatorio en contra de estas parejas, en perjuicio de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer gestante, y sin tener en cuenta la Nota Informativa de UNICEF, donde se establece que de acuerdo a la Convención de las Naciones Unidas, los niños nacidos por gestación subrogada, tienen los mismos derechos que todos los niños, y que los Estados están en la obligación de protegerlos sin excluirlos y en donde se les llama para que adopten legislaciones que protejan los derechos sin incorporar prohibiciones.
¿Cómo está el panorama en la región?
En Latinoamérica, la maternidad subrogada ha sido regulada en varios países. Por ejemplo, en México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el 2021, reconoció la importancia de la voluntad procreación al momento de establecer la filiación por subrogación, y además reconoce como discriminatorio e inconstitucional limitarlo solo a personas nacionales; otros Estados de la región como Cuba, Estados Unidos y Argentina, han avanzado en este campo, incorporando disposiciones relativas de este proceso en las leyes generales referentes a la reproducción asistida. Ahora bien, en Colombia, también existen múltiples casos de familias extranjeras que buscan asesoría de especialistas en fertilidad en el país, para lograr un acompañamiento de calidad en su proceso de gestación.
¿Qué expectativas hay en Colombia sobre este proceso?
De acuerdo con los centros especializados en este tipo de procedimientos, Colombia cuenta con las condiciones para una correcta regulación a nivel nacional, pero es clave mencionar que el país también está altamente capacitado para ofrecer el mismo proceso a la comunidad internacional. Son alrededor de 35 clínicas de fertilidad en Colombia, de estas más del 60% han incursionado en esta práctica, buscando abrir una puerta a las parejas Colombianas y de otras regiones que no cuentan con esta posibilidad, contribuyendo al sueño de convertirse en padres.