whatsappCompartir facebookCompartir twitterTwittear emailE-mail
copiarCopiar url
Share 12
Noticiero E
Campaña Rise
Campaña Rise
Campaña Rise

Científicos descubren cómo los osos polares repelen el hielo naturalmente

El hallazgo podría transformar industrias tecnológicas al inspirar recubrimientos sostenibles y ecológicos contra el hielo  

Científicos descubren cómo los osos polares repelen el hielo naturalmente
Científicos descubren cómo los osos polares repelen el hielo naturalmente

Un reciente estudio publicado en Science Advances ha revelado el secreto detrás del pelaje inmaculado de los osos polares, capaces de mantenerse libres de hielo incluso en las condiciones más extremas del Ártico. La clave radica en una grasa natural única que recubre su pelaje y actúa como un eficaz repelente del hielo, abriendo nuevas posibilidades para el desarrollo de materiales sostenibles en diversas industrias.

Los osos polares, conocidos por su adaptación a temperaturas inferiores a -40 °C, presentan una combinación de colesterol, diacilglicéridos y ácidos grasos en su sebo, lo que impide que el hielo se adhiera a su pelaje. Este hallazgo no solo mejora la comprensión de la biología de estos mamíferos árticos, sino que también podría revolucionar sectores como el textil, la aeronáutica y la construcción en climas fríos.

Actualmente, materiales tratados con fluorocarbonos se utilizan para evitar la formación de hielo, pero estos compuestos tienen un alto impacto ambiental debido a su persistencia y toxicidad. La inspiración en el sebo del oso polar podría ofrecer una alternativa natural y biodegradable, minimizando los riesgos ecológicos y de salud.

El conocimiento tradicional de las comunidades inuit también respalda este descubrimiento. Durante siglos, estas poblaciones han utilizado la piel de oso polar, preservando su capa de grasa para aprovechar sus propiedades hidrofóbicas. Este saber ancestral ahora se conecta con la ciencia moderna, mostrando cómo la naturaleza y la cultura pueden guiar la innovación tecnológica.

Aunque la aplicación a gran escala de estos compuestos inspirados en los osos polares aún está en fase experimental, los primeros resultados son prometedores. Si se logra replicar esta capacidad en materiales sintéticos, podría nacer una nueva generación de recubrimientos anti-hielo sostenibles, marcando un hito en la biomimética.