Nuevo CEO de Starbucks genera controversia por contrato y uso de avión privado

Brian Niccol, recién nombrado como director ejecutivo de Starbucks, ya enfrenta polémicas antes de iniciar oficialmente su cargo el próximo 9 de septiembre. Esta semana se reveló que Niccol recorrerá cerca de 1.600 kilómetros desde su residencia en Newport, California, hasta la sede central de Starbucks en Seattle, Washington. El trayecto será realizado en un avión privado proporcionado por la empresa, lo que ha generado una ola de críticas en redes sociales.

La controversia surge en torno a las aparentes contradicciones entre el uso de transporte privado y las políticas públicas de Starbucks sobre la conservación del medio ambiente, especialmente cuando la compañía promueve la sostenibilidad como un valor fundamental. A pesar de la política de trabajo híbrido de la cadena, que exige a los empleados estar en la oficina al menos tres días a la semana, no se ha confirmado si esta regla aplicará también a Niccol, quien podrá trabajar desde una oficina remota en Newport.

Dan Coatsworth, analista de inversiones de AJ Bell, expresó su preocupación sobre el impacto negativo que este uso del avión privado podría tener en la imagen de la compañía. Coatsworth destacó que, aunque se le hayan dado a Niccol condiciones de trabajo similares a las de otros empleados, la frecuencia de los viajes entre California y Seattle podría enviar un mensaje equivocado a clientes y trabajadores sobre el compromiso de Starbucks con el medio ambiente.

El salario de Niccol, estipulado en US$1,6 millones anuales con bonificaciones adicionales que podrían alcanzar hasta US$30 millones, también ha sido motivo de debate, especialmente en un contexto donde los precios de los productos han subido significativamente. Críticos como el exsecretario de Trabajo de Estados Unidos, Robert Reich, han cuestionado la falta de discusión pública sobre los sueldos de los altos ejecutivos.

Niccol, quien anteriormente lideró la cadena de comida rápida Chipotle, enfrenta el reto de revitalizar Starbucks, una empresa que ha visto una disminución en sus ventas en los últimos años. Durante su tiempo en Chipotle, Niccol fue clave en la recuperación de la compañía tras un escándalo de intoxicación alimentaria, lo que hace que sus capacidades sean altamente valoradas en la industria.

Sin embargo, la creciente controversia sobre su contrato y su uso de transporte privado podría complicar su llegada a Starbucks. La opinión pública ha manifestado su descontento en plataformas sociales, destacando la ironía de que la compañía promueva la sostenibilidad mientras su nuevo líder adopta prácticas que podrían considerarse contrarias a ese objetivo.

Starbucks, que ha sido un defensor del trabajo híbrido y la sostenibilidad, deberá manejar cuidadosamente la percepción pública en torno al nuevo contrato de Niccol para evitar mayores daños a su reputación.