Cómo mejorar la productividad laboral con el aumento de las temperaturas y las jornadas intensivas
El calor hace que aumente el cansancio y la fatiga reduciendo el entusiasmo y nuestra actitud en el trabajo.
Actualmente, nos encontramos en ese momento del verano en el que muchas personas ya se han ido de vacaciones y han vuelto al trabajo, o todavía no han disfrutado de su periodo vacacional y continúan trabajando. El mes de agosto es un desafío para muchos trabajadores y puede causar angustia y estrés.
Las jornadas intensivas durante agosto y las altas temperaturas provocan que nuestra productividad disminuya y nos cueste más realizar ciertas tareas. El calor hace que aumente el cansancio y la fatiga reduciendo el entusiasmo y la actitud positiva en el trabajo. Según explica la Organización Internacional del Trabajo, trabajar con exceso de calor puede afectar a las capacidades físicas del trabajador y a la productividad laboral. Los trabajadores pueden perder hasta un 50% de su capacidad laboral y de su productividad cuando la temperatura ambiental alcanza los 33 o 34 grados.
En este contexto, Miguel Navarro, CEO y fundador de la escuela de formación online Productividad Feroz nos da algunos consejos para ayudar a mantener la productividad durante la época estival.
- Crear una rutina diaria. Aunque estemos de vacaciones o tengamos horarios flexibles, es importante establecer una rutina diaria. Para conseguirlo, es fundamental asignar un horario específico para trabajar en nuestras tareas y proyectos, y respetarlo tanto como sea posible.
- Aprovechar las horas más frías del día. Durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde es cuando la mente está más despejada y las temperaturas son más agradables. Por ello, es necesario organizarse y realizar las tareas más importantes durante estos momentos del día.
- Crear un ambiente de trabajo cómodo. Un espacio de trabajo adecuado y confortable, ropa ligera y transpirable y un entorno fresco son la clave para alcanzar una atmósfera agradable.
- Evitar la procrastinación y las distracciones. El verano puede ser tentador, con muchas distracciones y actividades al aire libre. El establecimiento de metas claras y dividir las tareas en pequeños pasos manejables nos permitirá evitar la procrastinación. Además, la utilización de técnicas de gestión del tiempo, como la técnica Pomodoro, nos ayudará a mantenernos enfocados y motivados mediante turnos de trabajo de veinticinco minutos y descansos de cinco.
- Dar prioridad a las tareas más importantes. Hay que identificar cuáles son las tareas más urgentes, y enfocarse en completarlas primero. Así, conseguiremos mantener un progreso constante y a evitar la sensación de estar abrumado.
- Mantenerse hidratado durante todo el día. Beber suficiente agua durante el día es esencial para mantener tu energía y concentración. Mantener una botella de agua cerca nos recordará la necesidad de beber de forma regular para evitar la deshidratación.
- Tomar descansos regulares. Los descansos cortos y regulares son fundamentales para recargar energías. Un paseo al aire libre o relajarse en un lugar fresco nos ayudarán a mantener la concentración al desconectar y volver descansados a las tareas.
- Aprovechar la tecnología. La utilización de herramientas y aplicaciones de gestión de tareas, recordatorios o temporizadores mejorarán nuestra productividad en el trabajo. Además, la tecnología también nos da la posibilidad de trabajar de forma remota desde lugares más frescos.
Y lo más importante, no podemos olvidarnos de tomar un tiempo para relajarnos, disfrutar del buen clima y pasar tiempo con amigos y familiares.