Pintar mandalas: la terapia creativa para combatir el estrés

En los últimos años, la práctica de pintar mandalas se ha convertido en una tendencia popular, y no es sorprendente dadas sus numerosas ventajas para la salud mental y emocional. Los mandalas, representaciones energéticas de la vida, transmiten energías positivas que fomentan la calma y el equilibrio. Colorear estas formas geométricas no solo es una actividad visualmente placentera, sino que también es una forma serena de desconectar de la rutina diaria y aliviar el estrés.

La experiencia de pintar un mandala ofrece un espacio para la relajación y la reflexión. Al seleccionar cuidadosamente los colores y centrarse en las figuras complejas, uno puede explorar y expresar sus emociones de manera consciente. Los mandalas nos permiten sumergirnos en un estado de tranquilidad, proporcionando un oasis de paz en medio del caos. Esta práctica no solo es beneficiosa para adultos, sino que también se recomienda para niños, ayudándoles a mejorar su concentración, motricidad y a expresar sus emociones a través del color.

Además, pintar mandalas se asocia con la meditación, estimulando el hemisferio izquierdo del cerebro y ayudando a inhibir las emociones negativas como el estrés, la ansiedad y las fobias. Esta técnica de relajación oriental, considerada en el budismo y el hinduismo como un método de curación del alma, se ha convertido en un recurso accesible para todos. No se requiere un método específico, solo la concentración y el deseo de dejar atrás las preocupaciones y encontrar la paz interior. Experimenta los beneficios transformadores de pintar mandalas y da un paso hacia una vida más relajada y equilibrada.